La leyenda negra de nuestro espacio de eventos
El pasado martes 20 de agosto, como todos los años, el Ayuntamiento del Real Sitio, por las fiestas de San Luis, llevó a cabo EL PASEO CON EL CRONISTA, dirigido por Eduardo Juárez , escritor, historiador y profesor nacido en La Granja, y cronista oficial del Municipio. Cada año se dedica el paseo a un tema diferente e interesante de la Granja. Este año denominó esta visita como “La Oscuridad del Real Sitio” : visita nocturna descubriendo leyendas, espacios encantados y curiosidades del municipio.
El recorrido fue el siguiente: salida del Atrio de la Iglesia del Cristo; primera parada en LA FARM STUDIO, antigua iglesia de La Calandria o de Santa Isabel, contando las vicisitudes y leyendas de Sor Patrocinio , “la monja de las llagas”; siguiente entrada de los Jardines del Palacio, en la esquina de la Calandria con la calle Calvario; a continuación La Colegiata; la Casa del Crimen (Canónigos); Caballerizas y terminando en las Puertas.
Fue un éxito rotundo de asistencia, como se comprueba en las fotos. Se esperaban unas 300 personas y fueron más del doble las que realizaron el paseo.
Desde aquí queremos dar las gracias al Ayuntamiento por este tipo de iniciativa local.
Merece la pena dedicarle unas líneas a Sor Patrocinio, también conocida como “la monja de las llagas” fundadora en 1859 del convento de religiosas franciscanas de Nuestra Señora del Triunfo, en lo que hoy es LA FARM STUDIO, antigua iglesia de Santa Isabel. Fue esta religiosa uno de los personajes más singulares del siglo XIX y también de los más controvertidos. Se cuenta que Sor Patrocinio llegó a captar de tal manera la voluntad de la voluble reina Isabel II que, sin mayores esfuerzos, fue sacando de las arcas reales muchos millones que empleaba en la que era una de sus máximas ambiciones: fundar conventos situados principalmente en los Sitios Reales. El primero de ellos fue el Real Convento de San Pascual de Aranjuez (1856), al que siguieron los de San Ildefonso, El Pardo, Guadalajara, El Escorial, Lozoya y San Sebastián.
Cuando llegó al Real Sitio, ella definía así lo que se encontró en el Convento :
“… Nos encontramos con un pueblo piadosísimo; nos esperaban todas las autoridades eclesiásticas, civiles y militares, con todo el clero que hay mucho… Todos ofrecieron sus respetos a la comunidad con toda ceremonia, tomamos después posesión del convento, entramos en el coro, cantamos el Te Deum a música, muy bien. Después fuimos con todos los señores, para enseñarnos el convento, y el señor gobernador me iba entregando las llaves, y acto continuo, se cerró la clausura.
El convento es muy bueno, con mucho mayor local que ese; la huerta no tan grande, pero tiene mucha fruta. Hay iglesia pequeña, algo más grande, como vez y media que la capilla. El coro bajo es anchísimo, de largo como el de Torrelaguna, ancho el doble por el doble…
Los artistas y todos, por lo que se observa, trabajan aquí más con el corazón que con las manos, y tienen un respeto todos, grandes y pequeños, que no se observa en esa. El administrador se porta admirablemente
Hemos encontrado muchas camas, mantas, vidriado y toda clase de muebles.”